Institución organizadora:
- Sector Ciencias Sociales y Humanas, UNESCO Montevideo y UNESCO San José
Nuestro mundo cambiante vive una serie de desafíos políticos, sociales, económicos, ambientales, y culturales que son interdependientes e indivisibles. Estos desafíos invitan a comprender la complejidad y la integralidad de las necesidades de las personas y del planeta, en especial, en el contexto de nuestras sociedades que integran los avances tecnológicos mientras avanzan con los compromisos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
En este contexto, pareciera que los conocimientos de las ciencias sociales y las humanidades no tienen un lugar destacado en las políticas científicas, tecnológicas, educativas, y universitarias de nuestros países. Desde distintos ámbitos, se ha postulado la necesidad de una perspectiva más integrada para el tratamiento de realidades complejas. Ya en 1995, el Informe de la Comisión Gulbenkian “Para abrir las ciencias sociales” alertaba sobre la necesidad de reestructurar las ciencias sociales y clarificar sus objetivos, métodos, estrategias y rol dentro de la ciencia en general. También el Informe Mundial de Ciencias Sociales de 2010 “Divisorias del conocimiento”, realizado por la UNESCO y el Consejo Internacional de Ciencias Sociales, reafirmaba la importancia de las ciencias sociales y la necesaria instalación de vías para fortalecerlas, en ámbitos de política pública, educativos y académicos. La realidad nos dice que en varias partes del mundo el conocimiento científico social está en riesgo: su generación es limitada, y su transmisión y utilización tiene poco alcance.
En este escenario y con este guion abierto, ¿las ciencias sociales y humanas están alejadas de las prioridades del mundo interconectado de hoy? ¿Están abiertas y disponibles para trabajar con otros campos del conocimiento? ¿Por qué las políticas científicas y universitarias invierten menos en la investigación social? ¿Qué hay que hacer para que las ciencias sociales y las humanidades ganen un rol más protagónico en el contexto del desarrollo sostenible? ¿Cómo pueden responder las ciencias sociales a los desafíos que viven los y las jóvenes y contribuir a su involucramiento como agentes de cambio?